jueves, 8 de julio de 2010

HÁBITOS DE HIGIENE EMPRESARIAL (5/6)


Estamos ante la madre de todas las claves en la empresa: la acción. Aun me sorprenden esos empresarios que se jactan de no tener departamento comercial (o equivalente), que no tienen pudor en vanagloriarse de una actitud pasiva en el mercado.

Cierto es que ha habido un gran numero de empresas que “tenían el pescado vendido” pero eso no es excusa ni para cerrarse en su mundo ni para no interactuar con el entorno: clientes, competidores, instituciones, lobbies,… La acción como concepto de movimiento voluntario, producto de la reflexión y la planificación es indispensable en estos días. Los paradigmas de pasividad antes mencionados van a desvanecerse en estos días. Cada vez habrá que dedicar más esfuerzos para conseguir resultados, de ahí la necesidad de mejorar brutalmente nuestra eficiencia.

Para ello es imprescindible la planificación de las acciones una vez hallamos planificado nuestros recursos. La importancia de realizar bien esta organización radica en tener claras las secuencias de las acciones y las consecuencias de las mismas. Me explico: si queremos que un proveedor se adecue a nuestros criterios de lotes (marcados por nuestra carencia en la producción) tendremos que informarle al respecto y explicárselo detalladamente, pidiéndole a su vez un plan de implementación de este cambio ya que tendremos a su vez que ayudarle a ser eficiente; sus ineficiencias están en su precio y si éste es elevado, perdemos competitividad en el mercado frente a nuestros competidores. Para dar el segundo paso, tendremos que haber dado el primero: tan sencillo como eso. Por eso tenemos que pensar sobre todas las acciones a implementar y posteriormente ver la relación entre ellas (consecuencias o necesidades de unas con otras) y plasmar eso en un calendario o cronograma de actuaciones.

Teniendo claro este mapa de acciones, habiendo planificado bien nuestros recursos, nuestro nivel de eficiencia habrá aumentado exponencialmente. Pero un pequeño detalle antes de concluir con este episodio sobre el plan de acciones… ¿Qué consideramos como acción? ¿Vender 15% más? ¿10% mas caro?... Definitiva y absolutamente ¡NO! Esto será la consecuencia: las acciones son todos los pasos que tendremos que dar para obtener este resultado. Desde diseñar, implementar… mejoras en un producto, pasando por acciones concretas ante proveedores, clientes ,… ¿Cómo visitamos a nuestros clientes? ¿Con la sonrisa en la boca y las manos en la agenda? Muy bien, pero no es suficiente. Llevarnos bien con el cliente es importantísimo, pero más aún es que seamos un proveedor interesante. Un día tendremos que explorar esas gamas de producto que no nos compra, otro ese producto de alto valor añadido para presentárselo conjuntamente a un cliente suyo, otro sondear a donde cree él que irán las necesidades del mercado en tres años,… Siempre hay que ir con un titular en nuestra mente, de esa forma, la visita no será solo de cortesía, pero de un valor importante para ambos.

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